lunes, 12 de diciembre de 2011

CUANDO FLASH GORDON CONOCIÓ A FRED BARTON


Revisando papeles me he topado con esta página de mi vieja sección Libros que se leen, publicada el 20 de enero de 2004 en El día de Córdoba. Me han entrado ganas de compartirla con ustedes y aquí la dejo en buena calidad de descarga, por si quieren leerla. Espero que les guste.(Saludos a Marcial y un fuerte abrazo a su hijo y mi buen amigo Miguel Gómez Losada, que tuvo la gentileza de prestarme en su día los materiales gráficos.)

domingo, 4 de diciembre de 2011

CARRUSEL DE MARAVILLAS

Título: MIGUEL CALATAYUD. ILUSTRACIONES 1970/2010
Autor: MIGUEL CALATAYUD
Editorial: KALANDRAKA
Páginas: 328
PVP: 48 €

Yo no sé el tiempo que llevo deseando que se publique un libro como este de Kalandraka, que repasa en profundidad la larga trayectoria de Miguel Calatayud (Aspe, Alicante, 1942), Premio Nacional de Ilustración por el conjunto de su obra en 2009. En Madrid, hace ya bastantes años, tuve en mis manos unos hermosos catálogos llenos de ilustraciones del genio levantino, pero no he vuelto a verlos circular por librerías, y bien que me he lamentado de no adquirirlos en su momento.
            Digo que no lo sé, pero en realidad vengo soñando con un libro así desde el principio, y por principio me refiero a la primera vez que vi un dibujo de Calatayud, allá por mediados de la década de 1980, cuando cayó en mis manos La pista atlántica (1984), el librito entelado, impreso en blanco y negro, de la editorial Arrebato. Era una época aquella especialmente fértil y excitante para el tebeo español y uno se topaba, día sí, día no, con maravillas ilustradas en todas las longitudes de onda imaginables, tiempos que Javier de Juan llamaba “de batiscafo”. Quiero decir con esto que tenía uno el ojo más saturado de invención y novedad que hoy, pero también más presto a recibirla, menos ensuciado de anodismo. Sea como fuere, la citada novelita gráfica, mediterránea, insustancial y esteticista, me dejó boquiabierto. Y no digamos ya las entregas de La diosa sumergida, estas a color, que iban dejándose caer por la misma fecha en la revista Rumbo Sur. En algún lugar leí entonces que Calatayud andaba en el ajo desde finales de la década de los 60, que lo suyo en verdad era ilustrar y que esto del cómic era un palo más de una rica baraja, y me puse como loco a la busca y captura de su firma por las librerías de viejo. Soñando, ya les digo, por que se publicara algún día una compilación como esta.
            De entonces a ahora han pasado dos décadas y media, y Calatayud no ha dejado de mutar y crecer sin fin. Yo me fijo primero en la historieta, que es el arte que me tiene atrapado por el pescuezo, y recorro las sendas imaginarias que conectan Peter Petrake (1970, reeditado en 2009) con El pie frito (1997), pasando por diamantes como Los doce trabajos de Hércules (1973, reeditado en 2010) o brillantes como Conquistadores en Yucatán / La desaparición de Gonzalo Guerrero (1992), y me siento afortunado por vivir tan cerca de estas viñetas incomparables, que además hablan mi mismo idioma.
            Pues bien, he aquí al fin el libro soñado, trescientas y pico páginas de fantasías impresas divididas en prólogos, dibujos y anexos. Dibujos que, a su vez, aparecen compilados en cuatro secciones: carteles, libros infantiles, cómics y colaboraciones, todo un viaje sin necesidad de THC ni ácido lisérgico, un carrusel, un no parar, de maravillas, de cosas extraordinarias y admirables. El retrato perfecto del artista perfecto.