lunes, 21 de noviembre de 2011

DONDE HOY HAY UN TEBEO

Título: DEL TEBEO AL MANGA. UNA HISTORIA
DE LOS CÓMICS. 8. REVISTAS DE HUMOR
INFANTILES Y JUVENILES
Autor: VV. AA.
Editorial: PANINI
Páginas: 208
PVP: 19,95 €

Se las pasa uno diciendo que los tebeos no son cosas de niños, que son un arte como cualquier otro, dando noticia de la importancia de sesudas novelas gráficas o explicando narratología, trayendo a colación el valor del cultural de las viñetas, etcétera, etcétera. Y cae en tus manos un volumen como este, extenso y variado repaso histórico a las cabeceras internacionales del tebeo infantil y juvenil, y no queda otra que claudicar. Sí, lo admito, lo reconozco, la historieta es esto, precisamente esto: el TBO, Spirou, Pulgarcito, Memín Pinguín, La pequeña Lulú… No le demos más vueltas, si algo son los tebeos es justamente un juguete, pura diversión, cosa de niños.
            Del suplemento navideño británico The Funny Folks Budget, de finales del siglo XIX, a la revista mensual BeanoMax, nacida en 2007; de las desventuras de La famille Fenouillard, creada en 1889 por Georges Colomb, al serial contemporáneo La rubrique scientifique, de Boulet; de Attilio Mussino (1878-1954) a Elisabetta Gnone (1965); del fumetti a la banda desenhada; la primera parte de este volumen de la enciclopedia Del tebeo al manga, repasa lo más granado de las cabeceras, series y creadores europeos de tebeos infantiles y juveniles. Esto supone pasear por lugares míticos como Pilote, The Beano, Le Journal de Spirou, O Mosquito y toparse con Tintin, Pif, Fix y Foxi, Tex Revolver, Aquilés Talón, etcétera, de la mano de Jacovitti, Morris, Tillieux, Lodewijk, Scarpa y tantos otros fabricantes de un auténtico patrimonio cultural, que no sólo no se agota sino que crece y se revaloriza con los años.
            La segunda parte del volumen, ay, es la médula para el que esto suscribe, y repasa títulos españoles y latinoamericanos de lo mismo, del tebeo-tebeo. Comenzando por el mercado patrio, uno se podría pasar –y de hecho se pasa– las horas muertas contemplando los dibujos y portadas incluidos aquí, del TBO, Pulgarcito, Yumbo, Tío Vivo, DDT, y es tan desbordante el genio desparramado que encuentro que nuestra historieta, lejos de las grandes industrias, posee tal singularidad, viveza y diversidad que brilla con enorme fuerza en el conjunto. El tebeo de adultos español de la transición fue señalado por Rius, en La vida de cuadritos, como la mejor historieta del mundo, por su riesgo gráfico y su interés temático, y me queda claro que habiéndose uno criado leyendo a Cifré, Peñarroya, Coll, Puigmiquel, Sanchis o Conti, cualquier techo es posible.
            Sigue el cómic latinoamericano, que clama por que alguien se acuerde alguna vez de traérnoslo a este lado del Atlántico. El argentino, hito en el que resuenan, entre tantos otros, Dante Quinterno o Manuel García Ferré, o las viñetas mexicanas, que amo profundamente y que son casi desconocidas fuera de sus fronteras: Los Supersabios, de Germán Butzé, La familia Burrón, del genial Gabriel Vargas, esa larga novela popular sobre Ciudad de México, o las delicadas historietas románticas de Yolanda Vargas Dulche, por citar sólo lo primero que me viene a la mente, todo un rico mosaico de figuras y estilos que merecería la pena, insisto, importar. También se habla de Brasil y de Chile, y me falta espacio para reseñar todo lo reseñable. Pero claro, mejor se leen el volumen de Panini, que para eso está esta auténtica gozada.

2 comentarios:

  1. Amén Javi. Aunque la heterogeneidad que ha adquirido el tebeo en las últimas décadas es digno de celebrarse, pareciera que la industria se ha olvidado de su principal mercado, el que la nutre y renueva, y está pagando las consecuencias... habría que rescatar el tebeo infantil!

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  2. Desde luego, a ver quién va a leer tebeos si no dentro de una o dos generaciones!!!

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